LOS NEGROS
Negros - pintura de Martín La Spina
En el colegio casi no se preguntaba: hacerlo podía
significar que de improviso, te tomaran lección. Así aprendimos que este país
fue liberado por un elegante conjunto de familias patricias: generales de
bigotes y cuello con puntillas, ahora convertidos en cuadros que descansan en
casas de sus tataranietos en Palermo Chico.
El primer antecedente de lo que resultó a principios de
siglo el Servicio Militar, fue la conformación con esclavos negros de los
batallones de la independencia. En "Historia de Belgrano y de la
independencia argentina" el general Bartolomé Mitre confiesa que "los
negros y libertos formaron el núcleo de los batallones de la nueva
democracia". Esto se hace más obvio cuando se recurre al censo de
población; recuerda Nuria Sales en "Sobre esclavos, reclutas y mercaderes de quinto que "en
vísperas de la guerra de la
independencia, 1/4 o 1/3 de la población correspondiente al territorio
argentino futuro (indios "infieles" excluidos) era negra. Buenos
Aires contaba con unos 15.000 esclavos para un total de 40.000 habitantes.
Tucumán tenía 55.000 negros y menos de 35.000 blancos, en
Cuyo había 26.000 negros sobre 72.000 habitantes." (...) "En 1843 no
quedaban sino 300 esclavos. Al abolirse definitivamente la esclavitud legal en la República 11 853)
el negro argentino estaba prácticamente extinguido sin que la prohibición, muy
anterior, del tráfico africano, pueda explicar el fenómeno." Sobre el
mismo punto escribe Victor Gálvez en "Memorias de un viejo":
"Muchos negros que apenas balbuceaban el castellano morían vivando a la
libertad de esta tierra que los recibió como esclavos y que los emancipaba para
que fuesen soldados."... "Los negros que pertenecieron al Ejército de
los Andes se arrastraban por las calles con las piernas cortadas perdidas por
la nieve al atravesar la cordillera, y estos inválidos que mendigaban el pan
tenían luego en la mirada cuando hablaban de la patria que tan mal les pagaba.
Un decreto del 29 de Mayo de 18 lo obliga a reclutar otro
sector marginado de la población: los gauchos vagos y maleantes sin ocupación
conocída", y lleva la firma de Saavedra Castelli y Belgrano. La recluta
gauchesca se lleva a cabo entre todos los "vagos" de 18 a 40 años. Varias décadas
más tarde, en 1872, la persecución militar del gaucho dará origen al "Martín Fierro", poema nacional que presenta
-paradójicamente- la historia de un desertor.
El 19 de septiembre de 1816 el entonces Director Supremo de
las Provincias Unidas crea un nuevo regimiento de libertos. Pueyrredón recibe
al poco tiempo un pedido de San Martín
desde Cuyo de quince mil soldados. San Martín sugiere en su carta que más de
diez mil bien podían ser esclavos manumitidos al efecto. Poco antes de la
victoria de Chacabuco, que le abriría en lebrero de 1817 las puertas de Chile,
San Martín arenga a sus tropas: "Soldados, hace seis días erais esclavos,
y ahora sois ciudadanos". Según el archivo de don Bernardo 0'Higgins, en
Chile después de la nueva victoria en Maipú (5 de abril de 1817) el ejército,
muy disminuido se repone y toma aliento: hay tiempo de establecer las bajas
entre tal que abundan "naturales del longo y de Guinea". En estos
días San Martin se entretiene escribiendo individualmente a cada donador de
esclavos cartas para darle las gracias.
Jorge Lanata
El marplatense Jorqe Lanata (1960) es un conocido periodista que comenzó su profesión
siendo casi un niño. En el transcurso de la misma obtuvo
diversas premiaciones, entre ellas un "Martin Fierro" al mejor
programa periodístico radial. Pero asimismo, es autor de libros de
investigación, de cuentos y una novela. En el diario "Página/12" que
fundara en 1987, publicó el articulo precedente el 24 de abril de 1994,
reproducido luego en diversos medios. El tema, desarrollado después por Lanata
en su libro Argentinos" (2002), capitulo que titula "Los primeros
desaparecidos", nos ayuda a comprender un fragmento de la historia
nacional poco conocido: el que habla de la raza negra y su descendencia en la
República Argentina.
Pablo A. Pila
Esto lo publica PABLO ALCIDES PILA en su obra “ALGUNOS
MITOS, CREENCIAS Y DEVOCIONES POPULARES” en nuestra zona norte santafesina.
Ediciones “La Calandria” 2005
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